GUILLERMO ROMANÍ
La comisión mixta que estudia la situación sanitaria de Formentera presentó ayer las conclusiones de sus trabajos después de un año de reuniones y evidenció que hay discrepancias entre el Insalud, por una parte, y el Servei Balear de la Salut (Serbasa) e instituciones insulares, por otra, por el plan sociosanitario, la diálisis y el paritorio. La comisión coincidió en la construcción de un nuevo centro hospitalario, que el ayuntamiento cederá el solar y que el documento final se enviará la próxima semana al Parlament balear, impulsor de la comisión, y al Senado.

Joan Domènech, director gerente del Serbasa, Antoni Reines, presidente de la comisión, y el alcalde, Isidor Torres, valoraron los avances de la comisión y los acuerdos alcanzados. Afirmaron que el nuevo centro hospitalario contará con un servicio de cirugía sin ingreso y que no se asumirán riesgos asistenciales innecesarios, «lo que hace necesario un paritorio», afirmó Domenech. Sin embargo Ignacio Martínez, adjunto a la dirección territorial del Insalud de Balears, desmentía, posteriormente, este acuerdo de la comisión y precisó que únicamente «habrá un equipamiento ginecológico sólo para partos que se produzcan de forma imprevista y que impidan el traslado de la parturienta a Eivissa».

Las discrepancias se hicieron ostensibles en el servicio de diálisis. El Ayuntamiento y Sanitat apuntaban a uno o dos monitores en el centro, amén de la diálisis domiciliaria, pero el Insalud aseguró que «se fomentará la diálisis domiciliaria, pero no habrá diálisis en el nuevo centro». Sobre el plan sociosanitario, el Insalud resaltó que mientras desde Sanidad se considera básico contemplar el plan dentro de las carencias y necesidades de la isla, por parte de Govern, Consell y Ayuntamiento, siempre se ha dejado de lado a un segundo nivel.

Las coincidencias se centraron en la presencia permanente de un pediatra, asistencia domiciliaria a través de un PAC móvil, teleasistencia, telemedicina y un servicio de urgencias.