Ayer se celebró el Día Internacional del Agua, una fecha conocida mayoritariamente por los grupos ecologistas y en la que no habían reparado casi ninguno de los profesionales que dependen directamente de este líquido elemento con los que hemos hablado en una jornada tan señalada.

Mientras que la agrupación ecologista Amics de la Terra emitía un comunicado en el que alertaba sobre «el peligro de la explosión constructora», su oposición al polémico Plan Hidrológico Nacional e instaba a las autoridades de las Islas «a tomar medidas para atajar el problema», profesionales del ámbito deportivo, de seguridad o la agricultura destacan el papel «vital» de este elemento en sus actividades y formas de vida del que dependen cada día.

Andrés Prados, monitor de natación en la piscina municipal de Can Misses, trabaja a diario con el agua como un elemento «recreativo y deportivo y que relaciona a las personas», algo con lo que coincide Antoni Marí, jefe de mantenimiento de las instalaciones y una especie de asesor de imagen, que cuida que el agua esté en perfectas condiciones cada día para evitar cambiarla.

Para los bomberos del Parque Insular el agua es el antídoto fundamental en su labor de extinción de incendios: «La utilizamos fundamentalmente dulce por cuestiones técnicas y cada vez seguimos más la tendencia de usar menos cantidad de agua y de forma pulverizada en fuegos de viviendas para evitar daños y ganar en efectividad», comenta el cabo accidental Gonzalo García.

«En agricultura, lo es todo», comenta Bernabé Linero, ingeniero técnico agrícola de Agroeivissa, opinión que corrobora Antonio Ferrer, propietario de una explotación en Santa Eulària, quien ha visto en la escasez del agua un problema al que ha hecho frente utilizándola racionalmente a través de sistemas de riego por goteo, «con los que se ahorra en agua y se aprovecha el terreno cultivando más y mejor gracias al consumo justo por planta».

Juan Bufí, con cuarenta años de experiencia en el mundo del transporte y venta de agua potable, ha visto como el nivel de los pozos mengua poco a poco:«Antes los pozos se hacían de poca profundidad; ahora son necesarios más de 150 metros para encontrar agua», un bien cada vez más caro porque escasea.