Cuatro talleres y una exposición de trajes típicos de distintos países. Estos fueron los instrumentos sobre los que giró la celebración del Día Internacional de la no discriminación racial en el colegio Cervantes de Sant Antoni de Portmany. Más de 400 escolares participaron en una propuesta que pretendió inculcar el espíritu de la convivencia e integración entre las razas bajo el mensaje «La diferencia nos enriquece, no importa de donde vengas ni donde hayas nacido», que fue traducido a varios idiomas. Este centro escolar aprovechó que tiene alumnos de 22 nacionalidades para demostrar que el entendimiento entre personas es accesible, sin tener en cuenta ni su raza ni condición como ejemplo trasladable a la sociedad.

La procedencia dispar de los alumnos del colegio Cervantes facilitó a los responsables del centro la organización de las actividades. En el pasillo del centro se dispuso una exposición, que permanecerá en el lugar durante una semana, compuesta por los trajes típicos de 22 países, los mismos de los que proceden los alumnos del colegio -de tres a doce años-. Sus padres cedieron al centro para este día las ropas tradicionales de sus lugares de origen. Así, pudieron contemplarse vestidos procedentes de Filipinas, Chile, Argelia o Uruguay. Junto a la muestra los alumnos participaron estructurados en grupos en el primero de los cuatro talleres, cuyo desarrollo se produjo de manera rotativa. Allí una señora ataviada con el traje folklórico ibicenco les enseñó cómo se confecciona un mantón y una profesora les indicó las características de otros vestidos regionales. Los niños completaron la actividad con recortes de las ropas que anteriormente les habían sido descritas.

La siguiente parada se localizó en el patio. Allí un profesor atendía a los niños interesados en el taller de juegos. Al igual que con la ropa, los alumnos pudieron conocer las formas de entender el entretenimiento en diversos países. Así, y con un manual de las reglas a su disposición, conocieron juegos como el uré (Senegal), el sungca (Filipinas), tangram (China), mikado (Japón) y los contrastaron con los más populares en España como la oca o el parchís y el xinga, en Eivissa.