Los restaurantes de todas las categorías y las casas de comidas de Eivissa y Formentera se han visto obligados a modificar sus menús y cartas para adaptarse al descenso de peticiones de carne. La reducción se ha producido después de que el público conociese la existencia del mal de las vacas locas y la epidemia de fiebre aftosa. «Resulta preocupante -reconoció el presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías, Paco Tur- el descenso de demanda de este producto, sobre todo porque la ternera es el plato estrella de numerosos restaurantes de las Islas».

La bajada de consumo ha provocado, además, un cierto desorden en los hábitos de los restauradores que han tenido que decantarse por el pescado que, por su elevado precio, incrementa el gasto mensual de estos empresarios. Paco Tur asevera que «con imaginación y con esfuerzo se puede ir solucionando el problema pero lo que hay que hacer es recuperar la confianza del consumidor». En este sentido recuerda que las administraciones están haciendo «una labor de control riguroso que garantiza la a calidad y seguridad de la carne consumida ahora más que nunca».

La afirmación del presidente de los restauradores adscritos a la Pimeef coincide con la noticia de que la mayoría de países que integran la UE rechazó ayer la petición realizada por España, Austria y Portugal para la adopción urgente de una decisión sobre la prohibición definitiva y permanente de las harinas de carne y hueso en la alimentación del ganado. Esos tres países recibieron, no obstante, el apoyo de Alemania, Francia e Italia, mientras que el resto prefirió esperar los informes que tiene previsto presentar la Comisión en el mes de abril antes de tomar una decisión.