El gerente del 061 en Balears, Joan Gili, atribuyó ayer a las malas condiciones meteorológicas existentes el 1 de marzo la tardanza en realizar el traslado de un bebé de Formentera. Gili recordó que el servicio de emergencias no decide si se vuela o no, «si no es el piloto el que toma la decisión y, además, las condiciones meteorológicas no eran las más adecuadas, el último que tiene la responsabilidad de decidir si se puede volar o no es el piloto», aclaró.

El gerente del 061 aseguró, además, que el médico del servicio de emergencias sanitarias «estuvo esperando dos horas en el aeropuerto de Eivissa junto al piloto. Cuando se pudo volar y el piloto pensó que ya se podían ir se marcharon a Formentera». Gili fue tajante al explicar los motivos de este retraso: «No se puede jugar con la vida del piloto, ni del médico ni del paciente que se iba a trasladar. Si las condiciones meteorológicas no son las adecuadas, está claro que no se puede volar».

Además de las condiciones meteorológicas existentes, hay otra particularidad que condicionó el retraso. «No se pudo aterrizar en la helisuperficie de la Savina y se tuvo que tomar tierra en la antigua pista. La Guardia Civil tuvo que ir a este sitio para comprobar que no había coches y si se podía aterrizar en la zona», explicó Gili. A juicio del gerente, las críticas recibidas por su actuación «son injustas, la central del 061 sólo comunica la orden de volar, si no se puede volar no es culpa del servicio». Ante los retrasos del servicio, recordó que la responsabilidad del 061 «es sobre las UVIs móviles, pero no tenemos ningún control sobre el resto de las ambulancias».