La huelga de celo que comenzaron el pasado jueves los pilotos del SEPLA se dejó notar ayer en el aeropuerto de Eivissa, donde un vuelo tuvo que ser cancelado y el resto acusó retrasos que llegaron a ser de dos y tres horas, según informaron fuentes de la terminal aeroportuaria.

El enlace cancelado fue el procedente de Palma que tenía previsto aterrizar en Eivissa a las diez y media de la mañana. Los pasajeros afectados tuvieron que ser realojados en otros vuelos posteriores, aunque eso no les libró de esperar durante largo rato, especialmente si volaban con la compañía Iberia.

La huelga de los pilotos tiene como objetivo presionar sobre la compañía de cara a la negociación del convenio colectivo y sus efectos van multiplicándose a medida que avanza el día ante la imposibilidad de cumplir con toda la programación establecida. Además, el comportamiento de estos pilotos también afecta indirectamente a los vuelos de las compañías privadas.