Teresa Castro atiende una llamada en la oficina de atención ciudadana del Consistorio.

El 900 71 38 78 es el número que el Ayuntamiento dispone para que el ciudadano formule las quejas relacionadas con los problemas que perciba en el entorno en el que vive. El usuario conoce la primera parte del proceso, la que se produce cuando la responsable del servicio "encuadrado en el área de participación ciudadana del Consistorio", Teresa Castro, toma nota de la queja que le plantean. Pero, ¿qué ocurre después? Las quejas siguen distintas fases encaminadas a dar solución al problema o a explicar al que lo ha plateado el porqué de la existencia del mismo.

Un ciudadano llama a las doce del mediodía para reclamar más contenedores de basura en Talamanca. Teresa Castro toma nota de la solicitud en un formulario. Cada barrio está asignado a un edil, en este caso a Sandra Mayans. La responsable del teléfono de atención ciudadana le transmite la denuncia, que archiva en la carpeta que cada uno tiene en la oficina del servicio. A continuación la queja llega al concejal responsable del área afectada, en el ejemplo indicado a Marta Roldán, de Ciudad Sostenible. Los técnicos evalúan el problema y aportan una respuesta, que se notifica por correo o devolviendo la llamada a la persona que denunció el hecho. El problema indicado tendrá solución, ya que el Consistorio estaba esperando una partida de contenedores procedentes de la península. El teléfono recibe unas diez llamadas diarias y se soluciona el 80 por ciento.