El Ayuntamiento de Sant Antoni ha prorrogado para 2001 los
presupuestos del pasado ejercicio, después de que el equipo de
gobierno no consiguiera ayer, durante el pleno, el voto de al menos
uno de los nueve concejales de la oposición.
Conocido desde hace días el voto en contra de los siete ediles
del grupo progresista, quedaba por dilucidar qué decisión
adoptarían ayer los dos concejales de Democràcia Pitiusa. Antes de
manifestar su voto negativo, su portavoz, Vicent Marí Prats, leyó
un documento, compuesto por cinco puntos y rubricado tanto por él
como por José Torres, su compañero de partido, en el que
justificaba la decisión. En primer lugar, Marí destacó que en los
presupuestos presentados por el PP notaba «cierto favoritismo hacia
los feudos» de esa formación «en detrimento del pueblo de Sant
Antoni». El concejal también manifestó su contrariedad a que para
«hinchar los presupuestos de inversiones, se vendan todos los
solares del polígono Montecristo», que, a juicio de Marí Prats, se
están revalorizando.
El principal motivo de la negativa de DP a apoyar los
presupuestos -lo que obligaba al equipo de gobierno a prorrogar los
del pasado ejercicio- es el «disgusto» -palabra que el concejal ha
repetido insistentemente desde noviembre- porque el Ayuntamiento
sólo haya acometido una de las siete inversiones pactadas cuando se
aprobaron las cuentas del año 2000: «Ahora los disgustados serán
otros», vaticinó Marí tras el pleno. Marí Prats se ofreció, no
obstante, a negociar con el alcalde cada una de las modificaciones
de crédito que, obligatoriamente, se deberá presentar de ahora en
adelante para afrontar nuevas inversiones.
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