Los operarios tuvieron que desmontar tramos de tuberías ya ensamblados para proceder a su limpieza y arreglo.

Las fuertes lluvias que dejaron en Eivissa 46 litros de agua por metro cuadrado el pasado domingo afectaron notablemente a las obras de construcción de la red de pluviales que se llevan a cabo en la avenida Ignaci Wallis, según confirmó ayer el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, que explicó que está siendo necesario desmontar algunos tramos de tubería.

Tarrés señaló que había tuberías ya ensambladas que permanecían al descubierto y que, con las fuertes precipitaciones, se han levantado por la acumulación de tierra y otros materiales que fueron cayendo a las zanjas. Por este motivo, ha sido necesario desmontarlas, limpiar el espacio en el que tienen que colocarse y nivelarse de nuevo lo que, lógicamente, retrasa por un tiempo los trabajos.

Sin embargo, este inconveniente no preocupa al equipo de gobierno, que ayer garantizó que, salvo nuevo percance, la avenida Ignaci Walllis estará tapada en un plazo de dos semanas. A continuación se acometerá el resto de la segunda fase de la obra de pluviales y, según el concejal de Obras de la institución, Antoni Roldán, antes de Semana Santa el proyecto tiene que estar totalmente concluido, tal y como se había previsto hace meses. De esta manera, el Consistorio estaría en disposición de iniciar tras el verano la tercera y por el momento definitiva fase de la red separativa de aguas pluviales y fecales, que tiene que servir para paliar los efectos de las fuertes lluvias y reducir el riesgo de inundaciones, aunque desde el Ayuntamiento ya se ha advertido en alguna ocasión que esta obra no permitirá acabar totalmente con los problemas de la ciudad.

Como ya ha ocurrido con esta segunda fase, el Ayuntamiento recibirá fondos del Plan Insular de Obras y Servicios para financiar la tercera parte de los trabajos.