JOSÉ MIGUEL ROMERO21/02/01 0:00
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El equipo de gobierno de Sant Antoni acudirá mañana al pleno en el que se debatirán los presupuestos para 2001 sin la garantía de que alguno de los nueve concejales de la oposición, encarnada en el Pacte Progressista y en Democràcia Pitiusa (DP), les dará su apoyo. El futuro del municipio pende de un solo voto, el que necesitan sumar los ocho ediles del grupo popular para conseguir la mayoría absoluta, precisa en esta ocasión para sacar adelante unas cuentas que, debido a que incorporan una petición de crédito superior al 10 por ciento de la deuda municipal, requieren un apoyo extra. Hasta hoy, el PP no ha conseguido convencer a los dos concejales de DP para que respalden, como en 2000, el presupuesto. Por su parte, el Pacte Progressista parece dispuesto a mantener el pulso con Antoni Marí Tur hasta que se celebre el pleno.

En el caso de que mañana no se aprueben las cuentas para 2001, los populares tienen la opción de seguir al frente de la Corporación, pero para ello deberían prorrogar los presupuestos del año 2000. Eso, a juicio de la oposición progresista, sería una decisión «suicida» para el municipio: el Consistorio podría hacer frente al pago de los gastos corrientes, de los compromisos y de las obras adjudicadas el año pasado, pero estaría maniatado a la hora de programar nuevas inversiones, que estarían supeditadas a la aprobación del pleno por mayoría absoluta. «Esa situación resta maniobrabilidad al equipo de gobierno y sería engorroso», advierte el alcalde.

No se puede descartar que la oposición presente una moción de censura, al menos a tenor de las insinuaciones que se lanzan desde el Pacte. Así, el portavoz del grupo, Joan Marí Serra, advierte de que llegado el caso de que se prorroguen los presupuestos, los partidos de la oposición deberían ejercer su «responsabilidad» para que el municipio no sufra durante un año la falta de entendimiento de sus representantes políticos. Esa «responsabilidad» pasaría porque DP y Pacte se sentaran a negociar la moción de censura y el reparto de las tareas de gobierno.