Aspecto que presentaba ayer el 'porxo' de la iglesia de Sant Carles de Peralta una vez que han concluido las obras.

ÓSCAR DELGADO La lluvia también marcó el desarrollo de la bendición del porxo de la iglesia de Sant Carles, organizada con motivo de la conclusión de las obras que han restaurado el techo del mismo para evitar que las filtraciones de agua estropearan un enclave declarado de interés cultural con la categoría de conjunto histórico-artístico. Precisamente el agua puso a prueba el resultado de la rehabilitación del artesonado, para la cual la institución insular destinó seis millones de pesetas.

Desde que se adjudicó el proyecto a Construccions Frit "redactado por el arquitecto Antoni Marí Torres, el pasado 28 de septiembre de 2000" hasta ayer, han pasado cinco meses. En este período de tiempo se ha procedido a la limpieza completa del porxo, que ha necesitado el desmontaje completo de las vigas y el cambio de las que no estaban en condiciones por otras que han respetado tanto el aspecto como la disposición de las originales.

Una misa convocó en el centro parroquial a las once de la mañana a los lugareños y a la representación política pertinente para asistir a la bendición del lugar. La delegada del Gobierno en las Pitiüses, María Encarnación Sánchez-Jáuregui, el conseller d'Interior del Govern Balear, Josep María Costa, el conseller insular d' Urbanisme y Obras, Josep Maria Ribas y la propia presidenta de la institución insular, Pilar Costa, ofrecieron, entre otros, la cara oficial de la bendición del porxo.

Los mozos que participaron el ball pagès llevado a cabo en el propio porxo a la conclusión de la ceremonia religiosa protagonizaron la anécdota. Uno de ellos invitó a bailar a Pilar Costa, quien no dudó en hacerlo.

Sant Carles de Peralta recupera el aspecto original de su iglesia.