PALMA. EFE.
La consellera de Innovación y Energía, Misericordia Ramón, dimitió de su cargo tras reconocer que cometió «un error» al firmar un contrato «blindado» multimillonario con el ex gerente de la empresa pública balear Parc Bit, aunque no lo hizo de forma voluntaria. Según explicó hoy en rueda de prensa el conseller de Presidencia, Antoni Garcías, la ya ex consellera «ha asumido su responsabilidad política» y ha decidido abandonar el cargo para evitar que su permanencia «fuera mal utilizada para perjudicar la buena imagen del Govern».

Tal y como denunció hoy el PP, una de las cláusulas del contrato con el ex director general del Parc Bit, Felio Morey, obligaba a la parte que rompiera la relación a indemnizar a la otra con la cantidad que restara de un contrato por 10 años con salario anual de 12 millones de pesetas, cifra que en su caso suponía una cifra de 112 millones. Aunque Felio Morey dimitió hace unas semanas, finalmente se llegó a un acuerdo por ambas partes para que no se pagara esta elevada indemnización.

Tras la habitual reunión del Consell de Govern de los viernes, el conseller de Presidencia explicó que, aunque con el PP «eran habituales» este tipo de contratos, el Ejecutivo balear entiende que «no se deben hacer», a pesar de que la consellera lo firmó «sin mala intención», insistió Garcías. Al mismo tiempo, destacó su gestión al frente del departamento de Innovación y Energía.

Misericordia Ramón trasladó al presidente su «firme convicción de haber actuado en todo momento en el más estricto respeto a la ética política y a la moral pública», por lo que Francesc Antich ha elogiado «su espíritu de servicio al Govern y al país que siempre le ha caracterizado en sus actuaciones».

Garcías mantuvo que «ya nos hubiera agradado que otros gobiernos autonómicos», en directa alusión al PP, hubieran tomado «ejemplo» y actuado igualmente, al tiempo que criticó que desde la formación popular «se escandalicen, en vez de mirar lo que ellos hacían». Ramón «ha considerado como máxima responsable de la Conselleria que, sin ningún tipo de intención, se cometió un error y ella lo ha asumido al formalizar un contrato que el Govern considera que no es adecuado».

Insistió en explicitar el «respeto y la muy buena consideración» del trabajo desarrollado por la consellera, que sirve para «reforzar» el ejemplo a los ciudadanos de «cómo se debe actuar en política». El cese de Ramón, que formaba parte del Ejecutivo insular desde el 28 de julio de 1999, se dio a conocer después de la reunión del Consell de Govern, al que ella ya no asistió.

El titular de Presidencia anunció también que el nuevo responsable de Innovación y Energía será nombrado «inmediatamente» y que el Govern ha destituido recientemente, también por su relación y responsabilidad en este asunto, a la gerente del Parc Bit, María Ballester, quien Garcías recuerda que fue nombrada en su día por el PP.

Para Garcías, con la dimisión de Ramón, la imagen del Govern «queda reforzada» al actuar de forma coherente con su programa político y demuestra a la ciudadanía que en el Govern del «Pacto de Progeso no estamos aferrados a los cargos». Ante las insistentes preguntas de los periodistas, Garcías mantuvo que el Govern ha actuado con rapidez ante este problema, aunque desde hace un mes se conocía públicamente la existencia de este contrato.

Negó con rotundidad que, en su día, el nombramiento de Felio Morey fuera impuesto a la consellera, y defendió que cada conseller es responsable del nombramiento de los cargos de su departamento. Respecto a la petición del cese realizada esta mañana por el PP, el conseller respondió que la política de contratos «blindados» que solía realizar el Ejecutivo popular «contradice sus actuales palabras». La «línea» del actual Govern es «totalmente distinta» a la del PP porque Ramón, «una persona que ha actuado correctamente y que ha asumido un error», ha presentado su dimisión porque «por encima de ella está el Govern».

Por su parte, el portavoz parlamentario del PP, José María González Ortea, aseguró que la consellera «no tenía otra salida digna» que la dimisión, aunque señaló que «hay más responsabilidades que depurar» respecto al «blindaje» multimillonario del ex director del Parc Bit. González Ortea pidió la dimisión de Ramón, minutos antes de hacerse pública.