Los servicios técnicos del Ayuntamiento de Eivissa presentaron ayer
el segundo informe correspondiente al expediente del siniestro
ocasionado por la caída del edificio de Viajes Barceló. El texto no
se pronuncia sobre responsabilidades en el derrumbe, en espera de
que concluyan los estudios y análisis que se efectuarán por parte
de los peritos.
De todos modos, si se confirma el diagnóstico, «resultaría
evidente que existe un defecto estructural», asegura el informe.
Este error «difícilmente podría ser previsto por un promotor o por
un constructor que ejecuta una reforma interior». Sin embargo, el
arquitecto plantea que la participación en la obra de un técnico,
ingeniero, arquitecto o aparejador podría haber supuesto la
detección de los problemas «mucho más cuando se trataba de suprimir
todos los tabiques existentes en el local de Viajes Barceló y,
sobre todo, agregar entre 100 y 110 kg/m2 más a la cubierta).
Para el arquitecto constituye un «hecho grave» que las obras se
iniciaran sin licencia y con el conocimiento de Viajes Barceló, que
para la obtención del permiso necesitaba dos documentos, los cuales
representan el concurso y contratación de un técnico responsable
que proteja y dirija las obras de reforma interior. A la espera de
las pruebas que lo confirmen, el informe insinúa que el forjado de
la cubierta del local se encontraba al límite de su resistencia
desde que se ejecutaban los trabajos de impermeabilización.
Por otra parte, el concejal de la oposición Vicent Serra acusó
ayer al equipo de gobierno de Eivissa de lentitud a la hora de
atender a los vecinos desalojados del edificio colindante mediante
los Servicios Sociales.
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