G. ROMANI Las obras de adecuación del local para personas mayores en la Mola pueden acabar con la pureza de las líneas de la fachada de la iglesia del Pilar, ya que se contempla construir el acceso para minusválidos en la misma fachada. La rampa, inicialmente, se iba a realizar en la parte posterior del edificio y para ello se estudiaron diversas posibilidades e incluso se hizo una primera rampa, pero se descartó y se optó por construir el acceso para minusválidos por la parte frontal de la iglesia. Estos cambios sobre el proyecto original han hecho que una obra, presupuestada en casi ocho millones, haya sufrido diversos retrasos.

De esta manera, una fachada que se distinguía por su sobriedad se verá truncada por una rampa que, probablemente, romperá la estética del edificio y a la que inicialmente se opusieron los técnicos municipales. Diversas personas relacionadas con las obras explicaron algunos de los motivos que han determinado la decisión, como «la discriminación a los minusválidos que tuvieron que acceder al local para personas mayores por la parte trasera del edificio en lugar de hacerlo por la fachada principal». Además, restaron importancia al asunto ya que «a veces hay que replantear algún que otro pequeño detalle».

La construcción de la rampa ha estado marcada por la polémica desde su inicio, ya que un vecino se quejó de que este acceso invadía parte del camino.