El delegado territorial del Instituto Balear de Saneamiento (Ibasan), Ramón Mayol, se reunió ayer por la mañana con Joan Carles Parlem, presidente del Grup de Estudis de la Naturaleza (Gen) para tratar los problemas de las depuradoras de las Pitiüses, las líneas de acción y las sugerencias de los ecologistas en este campo.

Con respecto a la polémica que ha generado la denuncia del GOB de Formentera sobre el vertido de detritus en la Reserva Natural de ses Salines, Ramón Mayol reiteró que en el tiempo que lleva al frente del organismo «esta planta no ha dado problemas y ha vertido aguas de calidad», añadiendo que el centro «no está obsoleto ni mal dimensionado».

Sin embargo, Mayol aseveró que no cuestiona la capacidad de Xavier Àlvarez, presidente del GOB, como ecologista, por lo que ya ha solicitado un buzo a la central del Ibasan para que compruebe la veracidad del problema que denuncia el GOB. La misión de este será inspeccionar el emisario de la depuradora y comprobar si hay algún problema o daño que empeora la calidad de las aguas. Mayol reconoció que en el último consejo de administración del Ibasan se habló de este problema y que la solución que se propone es la depuración terciaria, aunque depende de encontrar un destino al agua depurada.

Durante la reunión Mayol coincidió con el GEN en que sería interesante aprovechar el agua de la depuradora de ses Salines para verterla en los estanques de la Sal Rossa, lo mismo que el agua de la depuradora de Eivissa se podría aprovechar para regar la zona de ses Feixes.