El Departamento de Carreteras de la Conselleria de Obres Públiques del Govern balear ha proyectado la construcción de dos rotondas en la carretera de Sant Josep. La primera estará ubicada en el cruce con la calle que conduce a sa Carroca, frente al establecimiento Muebles Roma. La segunda regulará el tráfico en Can Bellotera, a unos 30 metros de donde se halla el cruce de los caminos que conducen al Club de Campo y a Sant Jordi, respectivamente. Ambas rotondas están contempladas dentro del plan de mejora y acondicionamiento de la carretera Eivissa-Sant Josep (PM-803), cuyo presupuesto, por un total de 1.400 millones de pesetas, fue aprobado por el Govern balear hace una semana.

La información sobre la futura creación de las rotondas fue aportada ayer en el pleno de la Corporación de Sant Josep, cuando se debatía si procedía la aprobación definitiva del estudio de detalle de las áreas de actuación 1.6. y 1.7., situadas en Can Bellotera. Los concejales del Pacte Progressista se opusieron a la aprobación de este punto del orden del día al entender que la rotonda debería enclavarse en el mismo cruce con los caminos a Sant Jordi y al Club de Campo, y no, como aparece reflejado en el proyecto, a 30 metros, frente al Bar Nou, según explicó el portavoz progresista Josep Marí Ribas, Agustinet.

El concejal de Obras, José Torres Cardona, Tomàs, apostó por la ubicación que detalla el proyecto, y ofreció tres razones para ello. La primera, que el Departamento de Carreteras cree que es lo más conveniente económicamente, ya que de hacerse la glorieta en el mismo cruce afectaría a una vivienda. Esto encarecería el proyecto, pues se debería compensar a los propietarios. Como segunda razón alegó el respaldo de la asociación de vecinos de la zona. Finalmente, señaló que en el caso de dejar el asunto sobre la mesa, tal como solicitaba el Pacte, la mejora de la carretera se postergaría eternamente, pues «cualquier modificación retrasaría la tramitación y adjudicación».

La habilitación de la rotonda provocará una situación curiosa en el peligroso tramo de Can Bellotera: los vecinos dispondrán, en menos de 30 metros, de dos carreteras para dirigirse hacia el Club de Campo y otras dos para ir a Sant Jordi.