La Associació Balear d'Amics dels Parcs junto con la Reserva Natural de Ses Salines y el GEN-GOB d'Eivissa, organizaron ayer conjuntamente una pequeña salida a la zona de cañizar paralela al aeropuerto para anillar pájaros. Alrededor de una decena de voluntarios participó en esta actividad que estuvo dirigida por tres expertos ornitólogos y anilladores del GEN que explicaron a los voluntarios los secretos de las distintas especies sedentarias que pueblan la reserva y mostraron el proceso de anillado de las aves.

Desde las 10'00 de la mañana y hasta que la luz solar lo permitió, el grupo de ecologistas instaló las redes invisibles, observó los movimientos de los habitantes volátiles de la Reserva, y aprendió la importancia que tiene el procedimiento del anillado. Uno de los anilladores, José Esteban Cardona, explicó que estos estudios sirven para controlar la migración de especies en un lugar, las poblaciones y determinar nuevas especies biométricas y biológicas, además del comportamiento de las mismas. El viento que ayer soplaba en el lugar elegido para realizar esta actividad dificultó la tarea de contabilización de aves ya que fueron muy pocas las que cayeron en las redes invisibles instaladas para la ocasión.

El anillado de cada ejemplar consistió en recoger los animales de las redes invisibles y colocarles una anilla en una de las patas mediante unos alicates especiales. Cada anilla porta una serie de números que corresponden al número de tamaño, número de serie y al lugar y país de procedencia del animal. A esto se le añade la medición de las alas de las cuales se mide la tercera empezando por arriba porque es la más larga, el peso, la edad aproximada y la acumulación de grasas, dato este último que revela si el pájaro es nómada o sedentario.