Las máquinas excavadoras y los operarios ya han comenzado a abrir zanjas en es Pla de Corona para soterrar los tendidos eléctricos de la segunda fase del proyecto destinado a llevar energía eléctrica a Santa Agnès, que supone un desembolso de 115 millones de pesetas. De esa cantidad, 55 millones proceden de la suma de las subvenciones otorgadas por la Unión Europea (20), Consell Insular (20) y Ayuntamiento de Sant Antoni (15). El resto lo deben abonar los vecinos.

Precisamente, la subvención de la Unión Europea (que ya ha sido objeto de una prórroga) pende de un hilo, ya que no será abonada si el tendido eléctrico soterrado no se concluye antes del día 15 de noviembre. Aunque las obras comenzaron hace sólo dos semanas, el presidente de la Asociación de Vecinos de Santa Agnès, Juan Sureda, confía en que puedan ser entregadas por la constructora antes de la fecha límite.

El escaso margen de tiempo del que disponen los vecinos ha sido producto de la entrada en vigor de la moratoria urbanística decretada a comienzos del verano, que obliga a soterrar todos los tendidos eléctricos. Los vecinos de Corona no tuvieron entonces más remedio que variar ostensiblemente el proyecto original del tendido, que hasta entonces había sido aéreo, lo cual supusoel aplazamiento del comienzo del cableado. El director de obra, el ex concejal del Ayuntamiento de Eivissa Manel Domenech, se prestó a variar, sin costes adicionales, el proyecto.

La entrada en vigor de la moratoria representó un duro golpe para los vecinos, ya que fue la causa de que se doblara el presupuesto inicial: de los 52 millones (sin IVA ni impuestos municipales) que costaba el tendido aéreo, se pasó a un coste de 115 millones de pesetas tras decretarse su soterramiento obligatorio.