Juanita Vidal tras los cristales del escaparate de la Mercería Ibiza. Foto: KIKE TABERNER.

Tendrá alguna cosa que me interese, Juanita? ¿Una colonia fresca para mi marido? ¿Le ha quedado alguna?». Con estas mismas preguntas o similares, todas las clientas de Juanita Vidal, acudieron en los últimos días, y suponemos que a lo largo de la jornada de hoy, a la Mercería Ibiza, un negocio abierto en 1950 por Maria Juan Serra, madre de la actual propietaria, para liquidar las existencias de uno de los últimos negocios con solera de Eivissa, en los que el trato personal y de usted, la confianza y la inexistencia de nuevas tecnologías le daban un aire peculiar y de autenticidad.

La mercería «era como un Corte Inglés a la ibicenca», comenta Juanita entre risas, «porque antes teníamos varias más cosas a la venta, y abríamos incluso los domingos por la mañana, cuando la Banda de Música daba los conciertos en el Mercado Viejo».

A sus 72 años, y después de estar 45 detrás del mostrador, esta gentil comerciante de mercería, género de punto, plásticos para el mantel, perfumería, juguetes y medias, «muchas medias de Marie-Claire», ha atendido a muchas generaciones de ibicencos, y a muchos extranjeros, «que creo que tienen más pena de que cierre que los propios ibicencos», explicaba Juanita. Entre su extensa lista de fieles clientas ibicencas, Doris Bernabeu destacó «el trato familiar y la manera de orientarte a la hora de comprar, y sobre todo el que era la mercería de la gente de la calle, de las que hoy en día ya no existen, por eso me da mucha pena que cierre».