L.FERRER Durante los últimos días, al marcar un número de teléfono desde Eivissa o Formentera, no siempre se escuchaba la habitual señal de espera, sino el pitido característico de las líneas saturadas o la voz de una operadora de Telefónica que advertía de que las líneas se encontraban en ese momento saturadas y de que el usuario debía intentar llamar más tarde.

La razón de esta enigmática sobrecarga en la red se encuentra en los daños que han producido sobre los tendidos las lluvias y los rayos de las fuertes tormentas de los últimos días. Si un día normal se producen unas 30 averías en las Pitiüses, los días de tormenta se han registrado aumentos del 300 por ciento sobre estas cifras. Esto supone unas 120 averías al día.

Las fuertes descargas eléctricas que acompañaron las tormentas provocaron sobretensión en los tendidos telefónicos de las Pitiüses, mientras que la lluvia mojó algunos cables deteriorados por los rayos y ha sido necesario esperar a que estuvieran secos para poder arreglarlos. Portavoces de Telefónica han asegurado que sus técnicos han trabajado a marchas forzadas y que se está restableciendo la normalidad.

Esta empresa ha señalado a Formentera como la isla que más molestias ha sufrido en la red a causa de las tormentas. Allí no sólo se registró sobretensión por las descargas eléctricas, sino que también se inundaron metros y metros de cableado.