Los alumnos comentaban qué les había parecido la representación del «Romeo y Julieta». Foto: K. TABERNER.

Cerca de 750 escolares de Secundaria acudieron ayer al centro cultural de Can Ventosa para disfrutar del teatro. La compañía palmesana Teatre Educatiu puso en escena en dos sesiones matutinas la obra «Romeo y Julieta». La dirección corrió a cargo de Gonzalo Baz, que ha querido dar un toque diferente a la versión magistral de William Shakespeare. La representación estuvo adaptada al tiempo actual, aunque sin conocer un emplazamiento ni una fecha concreta. El vestuario de los protagonistas motivó que los jóvenes que formaban el público pudieran identificarse mejor con la trama.

Uno de los profesores de los siete centros escolares que presenciaron la representación apuntó que «el objetivo de traer a los alumnos a una obra como esta es para despertarles inquietudes artísticas. Están en una edad en la que tienen que empezar a implicarse con la cultura». Los jóvenes, con edades comprendidas entre los 16 y los 17 años, tardaron en meterse en el papel. Para muchos era la primera vez que acudirán al teatro y les costó guardar el silencio que requieren los actores para concentrarse. No obstante, la obra gustó y consiguió despertar el espíritu crítico entre los jóvenes.

Alguno quiso opinar sobre su experiencia teatral matutina. Es el caso de Miguel Ibañez, del instituto Isidor Macabich. Como miembro de la organización teatral del centro escolar, definió este «Romeo y Julieta» como una «adaptación juvenil que está muy bien porque te ayuda a meterte más en el papel de los protagonistas, conservando la esencia de la obra». Los jóvenes de la primera sesión coincidieron en los pasillos del centro cultural. Unos salían del salón de actos comentando lo que les había parecido la representación y otros se mostraban impacientes por entrar en el recinto. Pese al final trágico, en el que mueren los dos amantes, los jóvenes salieron entre sonrisas y bromas. Y es que, a estas alturas, ya no les sorprende nada. La tensión dramática de la última escena de la representación culminó con los prematuros aplausos ofrecidos por los escolares.