El budismo gana adeptos en Occidente a una velocidad inusitada, además de que se ha convertido en algo así como 'la religión de moda' entre muchos famosos. En las Pitiüses, sin ir más lejos, esta religión congrega todos los martes a un grupo de unas 30 personas para meditar y compartir sus enseñanzas. Ahora, la mayoría de ellos participan en las meditaciones que imparte el lama Francis, de la escuela Kayupa, una de las cuatro ramas del budismo tibetano y que ha llegado procedente de un monasterio francés para participar en estas jornadas. «La Kayupa representaría para los católicos algo así como la orden de los Franciscanos», señala este religioso, que permanecerá en Eivissa hasta el próximo domingo.

El lama Francis cree que el gran número de adeptos con los que cuenta en la actualidad el budismo se debe a que se trata de una religión útil «para todas las personas que no aceptan la fe ciega y prefieren otras explicaciones más racionales sobre la vida, al contrario de las que proponen otros credos». «Parte de una base casi científica en su aproximación al ser humano, además de que tiene una importante carga pragmática, al margen de la mística o espiritual. En su conjunto, el budismo es un profundo humanismo», señala este religioso sentado en el Hotel Sa Plana, situado en Aigües Blanques, donde se imparten estas jornadas espirituales.

«Mi religión y las meditaciones y enseñanzas que practicamos tienen dos objetivos claramente diferenciados. Por un lado está la vertiente altruista, que tiene que convertirnos en mejores personas para mejorar así nuestra relación con los demás. Por el otro, tratamos de alcanzar la sabiduría gracias a las lectura y caminos que nos dejó Buda».