La concentración convocada en Vara de Rey reunió a una escasa treintena de personas. FOTO: MARGA FERRER

El pequeño y mediano comercio de Eivissa no secundó ayer el paro de dos horas en protesta por las medidas liberalizadoras de los horarios comerciales. Salvo casos aislados, las tiendas permanecieron abiertas durante las dos horas previstas para el cierre (de 12'00 a 14'00 horas), un hecho que contrasta con el éxito de la convocatoria en Mallorca donde el paro fue apoyado por más del 80 por ciento de los comerciantes.

Un recorrido por calles con bajos comerciales como la Avenida de España, Isidoro Macabich o la zona de la Marina ponía en evidencia la poca trascendencia de la convocatoria.

Los comerciantes que no secundaron el paro alegaban falta de información. Al parecer, una gran parte de ellos no conocía ni los motivos de la convocatoria ni que había un paro previsto. Otros aseguraban que eran empleados y que no habían recibido instrucciones de los propietarios de los establecimientos para cerrar ayer sus puertas.

La situación se repitió en los municipios de Santa Eulària y Sant Antoni, donde las escasas excepciones se limitaron a algunos puestos de los mercados. Al igual que en Eivissa, los comerciantes desconocían que se hubiese convocado un paro y el motivo de su convocatoria.

Los piquetes informativos enviados por los sindicatos actuaron de manera pacífica, repartiendo panfletos en los que explicaban los motivos del paro. Para muchos comerciantes estos folletos fueron la primera noticia de que se había convocado una paralización en protesta por las medidas que suponen la ampliación de las horas de apertura semanal de 72 a 90 y de los festivos y domingos en los que se puede abrir, que pasan de 8 a 12 anuales.