L. FERRER Varias empresas constructoras de las Pitiüses se han visto obligadas a no renovar los contratos a los operarios, ya que las obras en las que trabajaban han tenido que parar su actividad al estar afectadas por la moratoria urbanística. Los datos de la evolución del paro en los últimos meses en el sector de la construcción confirman este dato. Así, las cifras del desempleo en esta actividad, que mantenían una clara tendencia a la baja desde principios de año, han experimentado un cambio, ya que desde finales del mes de julio la tendencia se ha invertido.

El número de desempleados en el mes de enero de este año era de 316, cifra que se redujo a 266 en febrero, a 261 en marzo y a 240 en abril. Tras llegar a su cifra mínima este año, 198 en junio, la tendencia se invierte a finales de julio, cuando el número de desempleados aumenta hasta las 220 personas y continúa la progresión en agosto, cuando el Inem de Eivissa registró 259 parados más.

El aumento del paro en este sector es un fenómeno poco frecuente en Eivissa, ya en los últimos años en los que se ha registrado una verdadera explosión de la construcción que ha demandado mano de obra. Por este motivo, el aumento podría vincularse directamente a la circunstancia puntual de la moratoria urbanística. Las patronales de la construcción advirtieron en su día que este podría ser uno de los problemas de la moratoria, además de tachar de «incorrecta» la conculcación de derechos adquiridos por particulares que ven como su obras son paralizadas.