R.BELTRÀN/M. MARÍ «Hemos tenido un día más flojo de lo normal», afirmaba un pescadero del Mercat Nou de Eivissa. La huelga por la subida de los precios de los carburantes que llevó a cabo el miércoles la flota pesquera pitiusa se hizo notar en los puestos de venta.

Así, no sólo faltaba material, sino también clientela. Muchos compradores no acudieron a su establecimiento habitual por temer que a causa del paro no podrían comprar pescado fresco. No obstante, a pesar de que algunos puestos que ofrecen tan sólo capturas realizadas en los mares pitiusos sufrieron un desabastecimiento que les obligó a bajar la persiana, muchas de estas pescaderías recibieron mercancía desde la lonja de Barcelona. De esta forma, estos comercios se abastecieron de especies como dorada, merluza y sepia procedente de los barcos pesqueros catalanes. En esta línea, el suministro de mañana está asegurado ya que, además de que la flota ibicenca saldrá a faenar con normalidad, muchos puestos tienen previsto recibir material del muelle valenciano.

Parece ser que los únicos vendedores de pescados y mariscos que no se vieron afectados por el descenso de la demanda fueron los que sirven a bares y restaurantes, ya que la cuantía de los pedidos de estos establecimientos no se vio disminuido por la huelga de pescadores.

Por su parte, los compradores que optan por el Mercat Nou para adquirir el pescado fresco también notaron un ligero ascenso en los precios. Por ejemplo, el boquerón, que suele adquirirse por menos de 1.000 pesetas el kilogramo, se cotizaba ayer a 1.300.