La jefa del servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y coordinadora de trasplantes de Can Misses, Paz Merino, cree que «una o dos extracciones al año es una buena cifra», atendiendo al número de camas del hospital y a la mortalidad en la UCI.

Pese a que se considere que esta cantidad de extracciones son pocas, la doctora Merino recuerda que «pueden salvar la vida o facilitarle una mayor calidad ». Estos son argumentos suficientes que justifican la puesta en marcha de este servicio, ya que actualmente hay lista de espera para trasplantes, sobre todo los renales.

Dos años después de solicitar la acreditación, Can Misses cuenta con el beneplácito de las autoridades sanitarias para realizar las extracciones de órganos (riñones) y tejidos (córneas, óseos o válvulas cardiacas). En el caso de las multiorgánicas (pulmón y corazón), se desplazarán equipos de otros hospitales y se coordinará la actuación a través de la Organización Nacional de Trasplantes.

El servicio ya está en marcha, aunque todavía no está preparado para realizarlas. «A finales de año se podrá empezar a realizar extracciones, otra cosa es que haya», apostilla la coordinadora de trasplantes del hospital Can Misses.