El Govern de les Illes Balears enviará al Parlament el próximo año el texto de la futura ley de «parejas estables», la nueva denominación elegida para referirse a parejas tanto heterosexuales como homosexuales que no hayan pasado el trámite del matrimonio. El punto menos claro de la futura normativa es el de la adopción ya que los juristas no tienen claro que se deba permitir a las parejas formadas por personas del mismo sexo adoptar niños.

Según explicó ayer el conseller de Presidència, Antoni Garcias, la intención del Ejecutivo es abrir un amplio debate social sobre este asunto antes de tomar una decisión y, a ser posible, recabar la máxima información posible de expertos cualificados.

Lo que sí está ya claro, después de conocer el dictamen de la comisión asesora de Derecho Civil, es que el Govern podrá regular las consecuencias económicas que tendrá la ruptura de la pareja en caso de separación de mutuo acuerdo o muerte de uno de los integrantes. Se contemplará, por ejemplo, la posibilidad de recibir compensación económica, pensión alimenticia para los hijos comunes o el derecho a recibir los bienes en caso de fallecimiento del cónyuge tal y como ocurre en las uniones civiles.

Aunque los juristas de la comisión asesora de Derecho Civil han recomendado que se considere pareja estable a aquellas que se hayan constituido mediante escritura pública o hayan convivido durante diez años, el Govern tiene intención de rebajar este plazo, así como de crear un registro autonómico de este tipo de uniones.