El Ayuntamiento de Eivissa está barajando la posibilidad de prohibir, de cara a la próxima temporada turística, la presencia de tiqueteros en la totalidad de las calles del municipio, según explicó ayer el concejal Antoni Roldán. Esta decisión sería consecuencia del incumplimiento del acuerdo sobre publicidad dinámica al que se llegó con la Asociación de salas de fiestas por el cual, cada discoteca, no debía superar un determinado número de repartidores y tenía que respetar una serie de normas mínimas.

Roldán explicó este proyecto y respondió a las críticas que anteayer habían hecho los concejales del Partido Popular sobre este tema y en las que habían reclamado la dimisión del concejal de Gobernación, Pedro Campillo, y la devolución del dinero que ha cobrado hasta el momento por su dedicación exclusiva al Consistorio. «Es cierto que hay más tiqueteros de los acordados, pero también es cierto que llevamos un año y dos meses y este problema necesita tiempo para ser solucionado», comentó el concejal. «Pedro Campillo es el máximo culpable de que esta ciudad tenga zonas azules y tuvo que aguantar las tonterías de ese charlatán político que es Sergio de la Torre, que no es más que un intoxicador de la política que no merecen los ciudadanos», defendió Roldán.

El concejal dijo que si el PP tiene tanto interés en que se sepa que Campillo ha cobrado hasta ahora 8'5 millones, el Pacte no tiene ninguna objeción a que se sepa que Enrique Fajarnés cobra «doce millones de pesetas por trabajar cuatro días al mes en el Senado». Roldán también señaló que Eivissa era el único municipio que no había llegado nunca a un acuerdo con las discotecas y recuerda que, por ejemplo, se ha conseguido que las paredes de las calles estén limpias de carteles. «Y si dicen que el acuerdo está copiado del resto de los ayuntamientos y piden la dimisión de Campillo también están pidiendo la dimisión del resto de los alcaldes de la isla», concluyó.