Joan Carles Palerm, presidente del GEN, en la rueda de prensa de ayer.

El Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) reclama al Consell Insular que introduzca una serie de modificaciones en la Norma Territorial Cautelar (NTC) para que sea más estricta y, de esta manera, permita realmente proteger el territorio de las Pitiüses hasta que se apruebe el Plan Territorial Insular.

Los ecologistas advirtieron ayer de las posibles consecuencias de aprobar un texto «tímido», como calificaron al redactado por el Pacte Progressista, y explicaron que la normativa permitirá el desarrollo de todos los terrenos calificados como urbanos y, entre otras cosas, la destrucción de es Prat de Vila o la construcción de un inmenso polígono industrial (el de Montecristo) junto a una de las carreteras que más transitan los turistas que nos visitan. Por todo ello, el GEN ha presentado cinco alegaciones con el objetivo de que el Consell las introduzca en el texto. «No pedimos demasiado, son unos mínimos aceptables y asumibles, además de necesarios», comentó el presidente de esta asociación ecologista, Joan Carles Palerm.

En concreto, este grupo pide que mientras esté en vigor la Norma Territorial Cautelar se permita recalificar suelos urbanizables en rústicos y que se facilite al máximo esta transición. Además, solicita que se dejen en suspenso todas aquellas licencias de obras que tengan una antigüedad superior a los dos años (o a los tres si hubiesen solicitado prórroga). Finalmente, los ecologistas plantean la necesidad de mantener los usos agrícolas en suelo rústico frente a la proliferación de segundas residencias y que se suspenda la concesión de nuevas autorizaciones de antenas de telefonía móvil tanto en suelo rústico como en núcleos urbanos rurales.