R. BELTRÀN El paisaje de la Reserva Natural de ses Salines en verano se caracteriza por la gran cantidad de barcos de recreo que fondean en sus aguas. Tanto es así que el récord de embarcaciones contabilizadas por los trabajadores de la zona se registró el domingo pasado, día en que se observaron 595 naves en el área comprendida entre el puerto de la Savina, la playa de Illetes y la isla de Espalmador.

En esta línea, las previsiones de la Reserva van en aumento. Así, los encargados de la vigilancia de este espacio protegido apuntan que «es muy probable que este número pueda ser superado, ya que el mes de agosto aún no ha concluido. Asimismo, el recuento de naves que fondean en ses Salines se continuará realizando hasta el final de la temporada turística.

Los mismos trabajadores de la Reserva Natural explican que «el estudio pretende recoger el número de embarcaciones que visitan ses Salines para así facilitar a largo plazo el disfrute de los navegantes en equilibrio con el entorno del espacio protegido». Además, hacen hincapié en la importancia de la conservación de las praderas de hierba posidonia que se extienden en esas aguas y que fueron declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.

Otras de las actuaciones que emprende este equipo es encuestar a los navegantes, para conocer sus necesidades y la valoración que éstos realizan sobre ses Salines. En esta línea, los trabajadores de la Reserva también emprenden labores de concienciación «para evitar la acumulación de desperdicios en las playas y en el mar», y para ello reparten con la ayuda de voluntarios bolsas y folletos que informan a los visitantes del valor de la zona y de la necesidad de mantenerla totalmente limpia.