«Este barrio hay que convertirlo en algo envidiable, algo que valga la pena visitar, no en un wáter público». Con estas palabras el concejal de la oposición en el Ayuntamiento de Eivissa, Sergio de la Torre, denunciaba el «estado de abandono» de Dalt Vila. El edil mostró 50 instantáneas en las que recogía algunos rincones de la zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco que precisaban de la intervención de la brigada municipal de obras.

De la Torre subrayó que el concejal asignado a este barrio, Santiago Pizarro, «cobra dedicación exclusiva, y debería dedicarse de lleno a pasear por Dalt Vila y preocuparse para que en las Festes de la Terra esté impecable». Asimismo, el edil de la oposición criticó la «incompetencia de Antoni Roldán como organizador de la brigada de obras y la negligencia de Marta Roldán como encargada de jardines».

De la Torre remarcó diversas situaciones de peligro que aparecían en sus fotografías, como paredes que se están desprendiendo, agujeros en el suelo, aceras levantadas y trampillas abiertas, así como zonas en las que se acumulan los escombros, o la escalera de acceso a Dalt Vila repleta de jeringuillas.