El delegat d'Educació de las Pitiüses, Antoni Marí, ofreció ayer una rueda de prensa.

El delegat territorial de Educació, Antoni Marí, calcula en 4.000 millones de pesetas la cantidad de dinero «para ponerse al día en infraestructuras, no sólo para las nuevas construcciones sino para el mantenimiento de los centros en las Pitiüses». Marí incidió, en este sentido, en la dotación de las competencias transferidas, «que estaban mal negociadas».

Ante la situación, asegura que se han adoptado «medidas imaginativas» para hacer frente a las necesidades, como la firma de convenios que permitan la obtención de créditos bancarias con la ayuda de las entidades locales, Consell Insular y ayuntamientos, ya que sino «no se tendrían suficientes medios para llevar adelante todo lo que se necesita». Antoni Marí ofreció ayer un amplio resumen de su primer año al frente de la Delegació d'Educació de las Pitiüses: «Ha sido un año complicado y difícil, pero ilusionador y esperanzador». Recordó que se arrastra un déficit en infraestructuras y las ratios en los colegios son altas: «La situación era complicada a principio de curso, se ha mejorado un poco, pero es necesario mejorar más». Para cubrir la demanda actual, hizo hincapié en que hace falta solares «para un centro de dos líneas, entre ocho y nueve mil metros cuadrados».

El problema de los alumnos de ESO en primaria no quedará resuelto hasta, al menos, dos años, según las previsiones de Marí. De este modo, los colegios de Santa Gertrudis, Labritja, Sant Rafel, Sa Graduada, Puig den Valls, Urgell, es Vedrá y Poeta Villàngomez continuarán acogiendo alumnos de secundaria este curso. El delegat se refirió al proyecto para construir una escuela infantil y de primaria en Puig den Valls; la necesidad de ampliar los colegios de Sant Jordi y Es Vedrà, «que ha aumentado la población»; las actuaciones en centros para acoger a todos los niños de tres años, y que se está a la espera de que el Ayuntamiento de Santa Eulària ofrezca un solar para un colegio.