El hotel Seaview tiene una capacidad de 1.300 plazas y actualmente se encuentra ocupado por un número de personas muy aproximado a esta cifra. Nieves, Jonathan y Elena son tres de los animadores que forman parte del equipo de animación del hotel. «Es un trabajo que requiere ser una persona muy abierta y con muchas ganas de divertirse. A veces, puede resultar estresante porque estás todo el día de cara al público y debes estar sonriente, incluso cuando tienes problemas personales», informa Elena.

En el Seaview Country Club cuentan con un equipo de ocho animadores, la mayoría de nacionalidad española, encargados de hacer que los clientes se diviertan durante su estancia de dos semanas en el hotel. Por la mañana desarrollan deportes como tiro con carabina, juegos en la piscina, aeróbic y muchos más. Por la tarde ofrecen un mini-disco para los más pequeños seguido de un show profesional o una producción del hotel que cuenta con la colaboración de los animadores. El objetivo es hacer que los clientes pasen sus vacaciones haciendo actividades que les resulten divertidas y que no tengan tiempo para aburrirse.

Para esta labor no hace falta experiencia sino mucha imaginación y un conocimiento mínimo de algunos idiomas. Además de esto, los animadores realizan un cursillo a principios de temporada para aprender sobre el teatro, las reglas de los diferentes deportes, etc. Los animadores aseguran que para perder la vergüenza y para aprender a confiar en uno mismo «no hay nada mejor que ponerte delante de cuatrocientas personas y hablar por el micrófono cada noche», tarea que realizan a diario estos animadores.