La directora general de Comerç del Govern balear, Antonia Allés, presentó ayer en el Consell Insular d'Eivissa i Formentera el anteproyecto de la Ley de ordenación de la actividad comercial en Balears. Allés afirmó que su intención es que este documento se convierta en «el borrador de ley del sector», ya que espera que tanto comerciantes como consumidores realicen sus aportaciones, antes de que sea presentada al Parlament balear en el mes de septiembre. La intención de la Conselleria es que este marco legal entre en vigor el 1 de enero de 2001.

Según este proyecto, la superficie de venta máxima que pueden tener los establecimientos de los dos municipios más poblados de la isla -Santa Eulària y Eivissa- es de 850 metros cuadrados. En otro orden de cosas, destaca la regulación de la venta de alcohol con una graduación superior a 20 grados. Así, se prohíbe la venta de estas bebidas, entre otros lugares, en las gasolineras entre las 22 y las 8 horas, y las tiendas abiertas las 24 horas del día en el mismo tramo horario. Además, se sancionará la venta ambulante en establecimientos turísticos y se creará un registro municipal que aglutine a este tipo de comerciantes.

Por otra parte, la directora general de Comerç adelantó que este anteproyecto pretende acabar con la confusión existente a la hora de definir los conceptos referidos a los descuentos en los precios. Así, Allés aclaró que la Ley prohíbe las tiendas exclusivamente de saldos y que perseguirá a quienes realicen promociones justo antes del periodo de rebajas. Antonia Allés también ratificó que está convencida de la conveniencia del adelanto del calendario de rebajas, y que ya han abierto varios expedientes sancionadores que multan a los que realizan rebajas encubiertas, por cantidades que oscilan entre 500.000 y 2.500.000 de pesetas.