Vecinos del barrio de Dalt Vila mostraron ayer su malestar por el excesivo número de vehículos que acceden a diario al barrio, causando graves molestias a los habitantes y comerciantes de la zona. Consideran que no sirve absolutamente de nada la señal que indica que el acceso está restringido a los vecinos de la zona y critican que no se pueda controlar el tráfico mediante un policía municipal, como sí se hizo la temporada anterior para evitar el colapso.

Una vecina explicó ayer a este periódico que fue multada el pasado viernes por la noche cuando estaba en el interior de su vehículo esperando a que algún coche se fuera para poder dejar bien estacionado el suyo. «El policía nos explicó que tenía orden del alcalde de multar a todo el que estuviera mal aparcado, aunque estábamos dentro del vehículo y nos identificamos como vecinos del barrio». Estos ciudadanos molestos, que tiene intención de presentar una protesta ante el Consistorio, solicita que se tome alguna medida y que si no, «se retire la señal, que no sirve de nada».