Los transportistas que se dedican al suministro de agua en
Formentera se quejan de las condiciones en que han de realizar su
trabajo debido a las deficiencias y dificultades que encuentran a
la hora de cargar los camiones cuba en la antigua planta de Gesa,
junto a la actual desaladora de es Ca Marí.
Las quejas se centran en cuatro puntos esenciales: que no exista
una segunda toma de agua, el poco caudal que tiene la toma, la
falta de un caudalímetro electromagnético (que el Consorcio de
Aguas de Formentera ya ha decidido instalar) y la carencia de aseos
en la zona de carga para dar servicio a los conductores.
Los transportistas argumentan que durante el verano la fuerte
demanda de agua para llenar cisternas y aljibes se desborda y los
camiones han de hacer cola en el lugar de carga durante, a veces,
una y dos horas. La carga de cada cuba, denuncian, puede durar
alrededor de veinte minutos y llegan a acumularse hasta tres
camiones. Desde principio del mes de julio, explican, ya se ha dado
la circunstancia de que a primera hora de la mañana han llegado a
coincidir hasta seis camiones para cargar agua, lo cual implica que
el último en llegar habrá de esperar al menos hora y media.
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