La delegación de Correos en Balears está estudiando tomar medidas urgentes para contrarrestar las dificultades que se están encontrando para trasladar por vía aérea la correspondencia desde Palma a Eivissa y Menorca. La escasa capacidad de carga de mercancías que admiten los aviones turbohélice (fokkers) de Air Nostrum está provocando que las sacas de envíos postales con destino a Eivissa y Menorca permanezcan durante horas en el aeropuerto de Son Sant Joan de Palma por falta de espacio de carga a la espera de un avión que admita la mercancía del día en sus bodegas.

El viernes pasado, a las 13'00 horas del mediodía, todavía no se había podido cargar ni una sola saca con destino a Eivissa, a pesar de que el personal de Correos tenía preparados los envíos desde primera hora de la mañana. El problema se ha agravado en las últimas semanas durante las que ha habido días en los que de los 3.000 kilos de envíos sólo se han podido cargar 300. El resto de la correspondencia ha tenido que permanecer en la terminal de carga a la espera de un enlace aéreo con Eivissa con espacio suficiente en las bodegas para admitir la correspondencia del día.

La delegación de Correos de Balears espera activar medidas alternativas en breve, este verano si es posible, que garanticen, al menos, un servicio diario con Eivissa y Menorca desde Palma. Entre las alternativas barajadas está establecer otras combinaciones de distribución a través de navieras e incluso acudir a compañías aéreas diferentes si Iberia no mejora las condiciones actuales de los enlaces a través de Air Nostrum, que realiza los servicios regionales.

El departamento de Correos señala que «es casi imposible luchar contra los perjuicios de la doble insularidad con los servicios aéreos con los que se cuenta en la actualidad».

Correos asegura que su departamento de Balears está trabajando correctamente pero que los envíos a Eivissa y Menorca suelen sufrir tal retraso que en numerosas ocasiones el cartero ya ha salido a repartir la primera ronda de correspondencia antes de que lleguen las sacas nuevas. Cuando se da esta circunstancia, algo bastante habitual en las últimas semanas, el correo debe esperar a una segunda ronda de distribución o hasta el reparto a domicilio del día siguiente, en caso de que los retrasos más graves.