El anteproyecto de la Ley de Comercio de Balears, que será aprobada
a principios del año 2001, considera como gran superficie a
aquellos establecimientos promovidos por empresas con más de 250
trabajadores, con un volumen de negocio anual superior a 40
millones de euros o que estén participadas en más de un 25% por
alguna compañía que cumpla alguna de las condiciones citadas,
independientemente del espacio que ocupen, según aseguró ayer el
vicepresident del Govern, Pere Sampol.
Sampol, que presentó el borrador a los miembros del sector,
anunció, asimismo, que estas grandes superficies tendrán que pagar
una tasa de 5.000 pesetas por cada metro cuadrado de superficie de
exposición y venta. Aquellas superficies de nueva creación tendrán
que pedir una licencia autonómica que podrá ser denegada si Comerç
considera que las necesidades de los usuarios están ya cubierta en
esa zona. En lo que respecta a los horarios se mantiene la
limitación de 72 horas pero se permite libertad en aquellas zonas
propuestas por los ayuntamientos como turísticas.
Otros aspectos novedosos que incluye la normativa, además de la
limitación de 1.000 metros cuadrados para las grandes superficies,
son las medidas para evitar el fraude en las rebajas y la
limitación para vender alcohol en centros sanitarios, la UIB,
centros deportivos dependientes de la Administración y centros para
jóvenes, así como en gasolineras y centros de conveniencia a partir
de las 22'00 horas. El anteproyecto, que contempla multas de hasta
50 millones, pretende también «diferenciar las actividades de
mayoristas y minoristas», prohibir la venta ambulante en zonas
turísticas, (manteros) y que el pan vendido en establecimientos que
no despachen sólo este producto se ofrezca envasado.
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