La virgen del Rocío viajó por Eivissa y Sant Antoni arropada en todo momento. Foto: GERMÁN G. LAMA.

El Rocío movió un año más a miles de personas en la doble cita de Eivissa y Sant Antoni. La devoción y las ganas de pasarlo bien superaron al fuerte viento que sopló a lo largo de todo el día. El programa de este año había comenzado a desarrollarse el pasado viernes, con la tradicional ofrenda floral a la Virgen de las Nieves en la iglesia del Roser de Eivissa, donde se contó con la presencia de del Coro de la Casa Cultural Andaluza, uno de los promotores de este evento.

A pesar de todo, el acto más esperado de estas fiestas llegó por la tarde, con la procesión rociera que comenzó en esta misma iglesia de Eivissa. Allí se reunió un buen número de personas que, tras el oficio religioso, comenzaron la travesía a pie que les llevó hasta el solar situado junto al hipódromo de Sant Jordi. La procesión fue realmente vistosa, con las carretas engalanadas, el trote de los caballos y las mujeres vestidas con sus trajes de faralaes. Una vez llegaron al solar, la fiesta debía continuar en las casetas instaladas por los rocieros. Las celebraciones estaba previsto que continuaran hasta la madrugada.

Mientras, los rocieros de Sant Antoni iniciaron su particular fiesta también a las cinco de la tarde. Una vez acabada la eucaristía, los rocieros se trasladaron hasta el Ayuntamiento de la localidad donde fueron recibidos por las autoridades civiles y religiosas del municipio. Tras este acto protocolario, el grupo continuó su travesía a pie con la Virgen del Rocío a hombros hasta Port des Torrent. Las actividades de esta reunión, paralela a la de Huelva (en la que se concentrarán cerca de 200.000 personas), continuarán hoy con una misa rociera en la iglesia del Roser en la que está previsto que actúe el conjunto cordobés «Alto Guadalquivir».