Margalida Rosselló y Jaume Matas se reunieron ayer en Palma para tratar los problemas ambientales de las Islas. Foto: JOAN TORRES.

L. TERRASA El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, propuso ayer a la consellera balear de Medi Ambient, Margalida Rosselló, la construcción una nueva desaladora en el municipio de Santa Eulària, además de la ampliación de la actual planta de la isla de Formentera. Estos dos proyectos se incluyen en un programa de actuaciones en Balears cuya inversión global rondaría los 15.000 millones de pesetas en los próximos cinco años.

Este es uno de los puntos tratados ayer en el encuentro que mantuvieron el ministro Jaume Matas y la consellera Roselló. Durante la reunión, Jaume Matas señaló que la falta de agua «es, sin duda, el principal problema que en estos momentos tenemos en Balears y yo quisiera que mi paso por el Ministerio sirviera para que, de una vez por todas, en las islas hagamos las inversiones necesarias para que no volvamos a hablar nunca más de problemas». Las nuevas plantas desaladoras estarían ubicadas en Menorca (Ciutadella), Eivissa (Santa Eulària), la zona norte de Mallorca para abastecer Alcúdia, Pollença, Muro y Santa Margalida, y una nueva en la Bahía de Palma. En opinión del ministro, con esta inversión quedaría solucionado a largo plazo el problema de la escasez de agua en Balears.

Por contra, Jaume Matas, prefirió no comprometer al ministerio de Medio Ambiente en la financiación de parte de los 3.000 millones de pesetas que costarán las plantas desaladoras portátiles que quiere poner en marcha el Govern dentro del «plan de choque» contra la sequía que afecta a las Islas. En opinión del ministro, es posible que su departamento no tenga competencias para financiar plantas portátiles, dado que deberían ser declaradas como proyectos de interés general.