La promotora de las obras decidió acatar la orden del Consell y ordenó la paralización de los trabajos de construcción. La empresa se comprometió ayer a retirar de la zona de Cap Llentrisca las máquinas utilizadas en las obras. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

La orden de paralización de dos obras ubicadas en la zona de Cap Llentrisca ha motivado un nuevo enfrentamiento institucional entre el Consell Insular y el Ayuntamiento de Sant Josep. Este consistorio anunció ayer su intención de presentar, en los próximos días, un recurso contencioso administrativo contra la resolución dictada por la máxima institución insular y en la que se insta a la paralización de dos de las obras que, según el Consell, carecen de licencia legal al no haber pasado por el preceptivo trámite que establece la autorización por parte de la Comissió Insular d'Urbanisme (CIU). El Ayuntamiento de Sant Josep considera que el Consell ha interferido «gravemente» en las competencias municipales y, según se destaca desde la institución municipal, posee «una clara intencionalidad política para solucionar las diferencias internas del Pacte».

La polémica que afecta a la construcción en Cap Llentrisca enfrenta, desde hace varios meses, al gobierno insular y a los responsables del Consistorio de Sant Josep, que defienden la plena legalidad de las licencias otorgadas en la zona que está afectada, además, por la orden de protección dictada por Medi Ambient.

Por su parte, la máxima institución insular, tal y como explicó ayer la presidenta del Consell, Pilar Costa, espera que el Consistorio cumpla, en el plazo previsto de un mes, la orden de revisión de dos de las licencias declaradas en su día por la CIU nulas de pleno derecho.