Las colas para solicitar una instancia para optar a un piso de protección oficial fueron una constante durante el plazo abierto por el Ibavi.

El plazo para optar a una de las 72 viviendas de protección oficial en Can Misses que gestiona el Ibavi se cerró ayer a las 14'00 horas. En el registro, 455 sobres de familias solicitantes, una demanda que multiplica por seis la oferta.

La directora de la oficina del Ibavi en Eivissa, Margarita Lliteras, destacaba ayer no sólo el alto número de solicitudes sino que el 33 por ciento de ellas, 150, han firmado una petición para que un aparejador de este organismo compruebe que su vivienda actual carece de los requisitos mínimos de habitabilidad, una circunstancia que suma puntos a la hora de adjudicar los pisos. Las familias alegan que los pisos en los que residen actualmente sufren deterioros graves en su estructura, o que están en estado ruinoso, o bien que su superficie es inadecuada para el número de personas que residen en ellos.

A pesar de que se podría pensar que algunas de estas alegaciones no son ciertas, Lliteras asegura que «la gente no miente en estos casos porque de lo contrario no firmarían una solicitud que supone la visita de un inspector a su vivienda». Algunas de las solicitudes ya han incluido el certificado municipal de número de residentes en la vivienda así como la escritura del piso en la que se puede comprobar que los metros útiles son escasos para los habitantes del domicilio. La directora remarca que durante los años en los que realizó inspecciones no se encontró con ningún caso de engaño en este sentido.

El Ibavi ha comprobado la documentación aportada en cada solicitud, lo que les ha llevado a encontrarse con casos especialmente dramáticos como el de una familia con un menor que debe utilizar una silla de ruedas y reside en un cuarto piso de un edificio que carece de ascensor.