L.FERRER Un espacio amplio y luminoso, decorado con los colores verde, azul y amarillo que definen la imagen corporativa de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) es la seña exterior más llamativa de las nuevas oficinas centrales de esta entidad en Eivissa, que ayer inauguraron de manera oficial su presidente, Vicente Sala; el director general, Juan Antonio Gisbert; y el director regional, Gabriel Sagistrà.

En el interior trabajan 25 personas que centrarán su actividad en atender a empresas y clientes extranjeros, que contarán con oficinas específicas, además de a los usuarios habituales.

La Caja del Mediterráneo atiende a 30.000 clientes en Eivissa y Formentera, el 35 por ciento de la población. De estos, 5.000 son extranjeros. El volumen de negocio es de 68.000 millones en Eivissa, donde cuenta con 39 oficinas y 111 personas en plantilla. Estas cifras la sitúan como segunda entidad financiera por número de oficinas en las Pitiüses, con una cuota de presencia del 16 por ciento.

Durante el acto, los directivos agradecieron la colaboración de la Banca Abel Matutes Torres, con la que se integraron a su llegada a la isla. Así, la CAM es el resultado de un proceso de fusiones que comenzó en 1940 y cuya última acción se cerró en 1998 con la integración de SanPaolo y Abbey National, aunque no se descartan nuevas fusiones.