Cerca de 40 niños forman el grupo de trabajo promovido por la Asociación de Necesidades Especiales. Foto: GERMÁN G. LAMA.

Incluso una nimiedad puede suponer el resumen de un día estupendo». De esta forma sintetiza la psicóloga Patricia Martín su trabajo como cordinadora del equipo dispuesto por la Asociación de Personas con Necesidades Especiales para escolares en esta situación. Una iniciativa que se hizo realidad en virtud de la subvención de un 1.800.000 pesetas ofrecida por el Consell Insular y que comenzó a desarrollarse a comienzos del mes de abril. «Quizás lo ideal hubiera sido empezar antes pero si el año que viene logramos que se haga de forma paralela al curso esto habrá sido todo un éxito», señala Patricia.

Junto a ella, Sonia Riera, maestra; Ana Prats, Fisioterapeuta; y Carolina Roig, logopeda, comparten cuatro horas semanales en los centros Guillem de Montgrí, Portal Nou y Sant Ciriac, donde cerca de 40 jóvenes de edades comprendidas entre los dos y los 17 años aprenden normas de comportamiento, urbanidad, realizan actividades experimentales de búsqueda de materiales y, en definitiva, aprenden de la mejor forma posible: sin percatarse de ello. Juventud, ilusión y preparación avalan a este cohexionado grupo de profesionales que han llegado a enorgullecerse de sus alumnos «como si fueran hijos nuestros». La Educación Vial fue protagonista indiscutible de la clase de ayer en Sant Antoni. Una de las tareas más difíciles es captar la atención de los chavales y es que, como en cualquier otra aula del centro, mientras Marta canturrea una canción de Alejandro Sanz, Luis se concentra en escuchar el ordenador electrónico de la clase. Y sin embargo, este ya es un gran logro «antes, muchos pasaban dos horas llorando sin parar», relata Martín.