Los donantes recibieron ayer en el auditorio de Cas Serres estos galardones como señal de agradecimiento. Foto: G. G. L.

Los responsables del Banco de Sangre de Eivissa pueden estar tranquilos: aquí tenemos gente dispuesta a darlo todo para que sus reservas nunca lleguen a una situación crítica. Eso quedó ayer demostrado en el Auditorio de Cas Serres, donde la Asociación de Donantes de las Pitiüses entregó los diplomas y las medallas a todos los que han efectuado un buen número de donaciones en las extracciones.

En total, fueron nada menos que 196 los galardones que se entregaron, como explicó el vicepresidente de la Asociación y presidente de la Federación Balear de Donantes de Sangre, Antonio Sepúlveda. El criterio para entregar cada uno de estos premios se basa en el número de donaciones que ha efectuado a lo largo de su vida. Si a 31 de diciembre alcanza las entre 5 ó 15, se lleva un diploma; entre 16 y 30, medalla de bronce; entre 31 y 50, medalla de plata; y más de 50, medalla de oro, la máxima distinción que se puede lograr.

La cifra de socios de la Asociación de Donantes ronda las 2.500 personas, como señala Sepúlveda, lo que da cierta confianza al Banco de Sangre. De hecho, el año pasado, por primera vez en sus 32 años de historia, esta entidad logró ser autosuficiente: sus reservas sirvieron para tratar todos los casos de accidentes u operaciones en las Pitiüses. A lo largo del último año, la Asociación realizó 48 extracciones en todas las localidades de Eivissa.

En cada una de éstas se pueden obtener hasta 52 bolsas de 450 centímetros cúbicos, que rápidamente se trasladan al Banco de Sangre, como explica el vicepresidente de la entidad. Una vez allí, el líquido se procesa, se analiza y se fracciona en plaquetas y plasma. «Las necesidades de sangre aumentan al mismo ritmo que se incrementa el número de operaciones que se realizan. Además, la puesta en marcha de nuevas ambulancias, como las del 061, provoca que se emplee más», comenta Sepúlveda.