Hace aproximadamente dos años, el Consell Insular decidió llevar
adelante una campaña de rehabilitación de los molinos de Eivissa y
Formentera y utilizar para ello fondos de la Unión Europea
procedentes del Plan Leader II, normalmente utilizados en proyectos
relacionados con el mundo rural. De esa iniciativa salió una
primera lista de catorce molinos, de los cuales sólo uno de ellos
ha sido ya arreglado. Los demás, esperan la visita de los
especialistas.
Todos ellos son molinos aiguaders, es decir, pensados para
bombear agua subterránea que pudiera ser utilizada en el riego de
cultivos. Sin embargo, según consta en los estudios encargados por
la institución insular para poder acometer las reformas, no todos
ellos tienen las mismas características, puesto que dentro de los
aiguaders hay diferentes tipologías. Los primeros cronológicamente
son los de grellat, inspirados en los molinos utilizados para moler
trigo. Su arboladura (la estructura en la que se encuentran las
aspas y la cola) tiene, como en el caso de los molinos harineros,
seis antenas independientes que sujetan velas de lona unidas por
cuerdas. Por lo que se refiere a la torre, tiene forma cilíndrica y
está rematada por un capuchón cónico que recibe el nombre de
capell.
Otras variedades son los molinos de vela latina, de ramell o de
hierro. Los primeros se caracterizan por sus velas triangulares,
los segundos por tener ruedas de madera y tablas triangulares en
lugar de velas y, los últimos, por sus ruedas circulares y la
existencia de álabes curvos de metal.
El municipio de Sant Antoni tiene el único molino reparado hasta
el momento, cuyas obras han superado el millón seiscientas mil
pesetas. Es el molino de s'Hort de cas Beias y tiene cinco metros
de altura. Sus velas están convertidas en palas de madera y, pese a
que tenía la torre en bastante buen estado, ha sido necesario
intervenir dado el deterioro del forjado intermedio, realizado en
madera, y de su arboladura.
Sant Antoni ha presentado, además, otros tres proyectos, los de
las estructuras de Ca na Masiana, Can Gaspà y Forada, con
presupuestos que rondan los dos millones, el millón cien mil y el
millón seiscientas mil pesetas, respectivamente. El primero de
estos tres mide cinco metros y medio y es del mismo tipo que el de
s'Hort de cas Beias. Su torre, el forjado superior y la coronación
están en buen estado, pero habrá que reponer la madera del cajón
giratorio y reponer la totalidad de la arboladura, puesto que los
restos que le quedan deben ser extraídos. Al de Can Gaspà, que
supera los siete metros de altura, se le arreglará el mecanismo de
apertura y los elementos de madera, mientras que el de Forada
(también de siete metros y medio) precisa una nueva rueda y una
notable actuación en la arboladura.
Santa Eulària tiene cinco proyectos de rehabilitación. En el
molino de ses Torres, donde se invertirán más de dos millones de
pesetas, habrá que retocar la cubierta, que no resistirá mucho el
paso del tiempo y cambiar las maderas y los hierros, que se
encuentran muy oxidados. El de Can Montserrat (con un presupuesto
de algo menos de millón y medio) es un molino de hierro de nueve
metros de altura que está muy oxidado y precisa de puertas y
ventanas y de una serie de partes de la arboladura.
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