El juzgado de lo Social de Eivissa dictó el pasado diez de abril un auto por el que condena al sindicato UGT-Balears a pagar a Miguel Ayllón, ex secretario general de la organización en las Pitiüses, una indemnización de 2.697.337 pesetas en y otros 5.903.642 pesetas como salarios de trámite por el tiempo que ha dejado de cobrar.

Así se cierran los largos meses que han pasado desde que Ayllón, al igual que su compañero José Borrego, ex secretario de organización del sindicato, denunciara su despido al entender que por abandonar los puestos de responsabilidad no tenía por qué extinguirse también su relación laboral. UGT llevó el caso hasta el Tribunal Supremo, al no estar de acuerdo con los primeros dictámenes judiciales. Sin embargo, el Supremo devolvió el caso a las Islas al entender, como ya había señalado el Tribunal Superior de Justicia de Balears, que los despidos habían sido improcedentes.

El abogado que ha representado a los dos sindicalistas, Francisco Luelmo, señaló ayer que pese a la satisfacción personal que supone haber logrado este fallo del juez, también queda cierta sensación de amargura porque la situación se podría haber resuelto con mayor rapidez y con menores costes.