La Conselleria balear de Medi Ambient aseguró ayer que la situación de los recursos hídricos en Eivissa y Formentera no ha variado desde el mes de enero del pasado año y que dependen exclusivamente de la producción de las desaladoras de Eivissa y Sant Antoni y de la de Formentera en el caso de la pitiusa menor puesto que la cantidad de pequeños pozos dispersos a lo largo de la geografía insular impiden conocer los datos reales sobre las reservas de agua. La consellera Margalida Rosselló presentó ayer, junto al director general de Recursos Hídricos, Antoni Rodríguez, la situación de la reservas hidrológicas de Balears. Los responsables de la Conselleria mostraron su preocupación por la creciente sequía que afecta a las Islas y que fue definida como «una de las más grandes del siglo».

Según los datos facilitados por el Govern, las reservas hidrológicas se sitúan entre un 10 y un 20 por ciento de la capcitdad total en los municipios de Sant Josep y Santa Eulària mientras que en el resto de la isla de Eivissa las reservas actuales se situan entre el 0 y el 10 por ciento de la capacidad.

Ante la situación, Medi Ambient volvió a insistir en la puesta en marcha de medidas destinadas a la reorganización de la política hídrica para conseguir la sostenibilidad. Entre las medidas impusadas por el Govern se encuentra la puesta en marcha de un programa para la gestión integral del agua acompañada de una campaña de concienciación y programas de gestions para grandes consumidores. El Govern estudiará un plan de choque contra la sequía y la regulación de los precios del agua en alta y la reorganización de las Juntas de Agua.