A ocho metros bajo el nivel del mar. Así concluyeron las III Jornadas Culturales organizadas por la Escuela de Adultos. La gruta de Can Marçà, antigua guarida de contrabandistas de café, tabaco y alcohol, fue el escenario escogido para decir adiós a cuatro días de actividad, aprendizaje y participación. Charlas-coloquio sobre temas solicitados por los estudiantes, excursiones y exposiciones han compuesto un denso programa en el que el elemento más destacado fue, según recalcaba el director del centro, Daniel Moreno, «la respuesta que hemos obtenido». El responsable, argumentaba la apreciación: «El turno de ruegos y preguntas duró, en la mayoría de los casos, más que la propia ponencia; cada uno de los eventos organizado ha contado con una media de 60 personas y han salido numerosas ideas para iniciativas posteriores». De ahí que, debido al éxito alcanzado se pretenda realizar una experiencia similar pero de forma periódica variando un formato que permanece estable desde hace tres años. Entre las novedades estaría la inclusión del único ayuntamiento que hasta el momento permanecía excluido de la institución: el Consistorio de Sant Joan. Mientras, las limitaciones de espacio y recursos son los dos obstáculos recalcados por Moreno de cara al crecimiento de la entidad y al enriquecimiento de los 715 matriculados con los que se cuenta en la actualidad: «La informática y los idiomas son nuestras asignaturas pendientes pero mientras no existan posibilidades, ni siquiera se plantean». Y de la realidad, al paisaje formado durante 100.000 años en el interior de la tierra. Los visitantes se sorprendieron por los paisajes naturales y artificiales que desde hace 19 años están abiertos al público.