Don Juan Carlos y la infanta Cristina estuvieron el miércoles en los astilleros Bazán de San Fernando, en Cádiz, para asistir a las pruebas de navegación del «nuevo Fortuna». Durante tres horas y media, y en compañía de diferentes ingenieros y representantes de los astilleros, el Rey surcó con la embarcación las calmadas aguas de Cádiz. Según trascendió más tarde, el Monarca se mostró encantado con la capacidad de maniobra demostrada por el nuevo yate. Una vez terminados los detalles de la acomodación se procederá al traslado del barco a Palma, donde será entregado a Patrimonio Nacional por la Fundación Turística y Cultural Illes Balears. El «Nuevo Fortuna» es una embarcación de recreo de alta tecnología cuya estructura está realizada totalmente en aluminio, con una planta propulsora combinada con motores diesel y turbinas de gas, que accionan, a través de los correspondientes engranajes reductores, tres chorros de agua.